El Coaching Generativo, una metodología creada por mis maestros Robert Dilts y Stephen Gilligan, nos conduce a nuevos lugares para obtener respuestas y soluciones, perspectivas diferentes a aquellas desde las que se han generado los problemas. “Ser un coach es como ser un taxista”, siempre primero te pregunta hacia donde quieres ir.
El proceso generativo se basa en la estructura del Coaching, reprogramación neuro-lingüística de aprendizajes y el lenguaje de la Hipnosis Ericsoniana.
El coach generativo actúa como patrocinador y a nivel espiritual el coach es un despertador, alguien que nos despierta. El coach reconoce y conoce a la otra persona, es capaz de ver su esencia e identidad. Despierta y salvaguarda el potencial de recursos del cliente y profundiza y alinea niveles de conexión con nosotros mismos y con los demás.
Aceptar y dar la bienvenida a los aspectos positivos y aquellos que están a la sombra de la persona y darles soporte.
Facilita poner consciencia en quien has aprendido a ser y a incorporar nuevos aprendizajes.
Una sesión de Coaching habitual se basa en una conversación entre cliente y coach, que puede durar entre una hora y dos horas. Normalmente en el centro de que dispone el coach, pero también se realiza por videoconferencia cuando el desplazamiento no es posible.
La duración de un proceso de Coaching es imprecisa porqué depende de la profundidad a la que se tenga que trabajar según los obstáculos que se encuentre el cliente y el tiempo que lleven estos obstáculos instalados en su vida. Pero normalmente un solo tema a tratar muy concreto puede resolverse en 3 o 4 sesiones, o a veces menos.
La frecuencia de sesiones las establece el cliente, aunque lo recomendable al principio es hacer una cada dos o tres semanas.
El éxito de un proceso de Coaching se basa en gran medida en la confianza que genera el coach en el cliente y en el grado de compromiso que tiene el cliente en su propio proceso.
La confidencialidad es una norma ineludible por parte del coach. Y el respeto por hasta donde el cliente quiere profundizar, también.
El cliente es el que decide en qué momento su proceso se ha acabado.